Soy artista, tarotista y creador de mazos.
Hace años encontré en el tarot un espejo: una forma de entender lo humano, lo poético y lo absurdo.
Mi trabajo busca unir la profundidad del símbolo con la frescura del juego.
A veces reflexiono sobre procesos internos; otras, me río de ellos.
Porque creo que el tarot puede ser un camino espiritual, pero también un espacio para divertirse y experimentar.
En este espacio conviven las dos partes de mí:
la que observa y contempla, y la que juega sin miedo al ridículo.
Las que juntas hacen que Illustrarot sea un punto de encuentro entre arte, humor y conciencia.